Héctor Luciano Jaime fue secuestrado la noche del 12 de febrero de 1975, luego de que publicara una serie de notas sobre el asesinato del militante peronista y dirigente sindical Eduardo Fronda, cometidos en enero de 1975, y quien apareció a un costado de la ruta a Lesser con rastros de haber sido torturado. Compañeros de trabajo y allegados refirieron que el periodista había recibido amenazas. Las primeras crónicas del suceso, publicadas por El Intransigente, detallan que fue baleado y explotado.
En su primera nota sobre la crónica, Jaime insistió –contra las explicaciones oficiales- que Fronda había sido torturado y que fue visto en la Central de Policía.
En diciembre de 2010 el juez federal Julio Bavio dictó la falta de mérito a favor de quien durante la dictadura fuera director de Seguridad de la policía salteña, Joaquín Guil, el principal imputado en la causa. La medida fue apelada y en 2014 fue condenado por el crimen.
Luciano Jaime, fue un periodista comprometido con la verdad y dio su vida al retratar una época oscura en la historia Argentina. Ejemplo de periodismo como pocos.